sábado, 27 de febrero de 2010

Pero hace tanta soledad que las palabras se suicidan

Un pequeño homenaje a mi querida Alejandra Pizarnik;
es en realidad una adaptación de algunos de sus versos, acompañados de unos cuantos míos  y el enlazamiento de los mismos.

Alejandra… Alejandra,
finalmente vestiste de cenizas
y recibiste a  la muerte con los ojos abiertos,
las manos enguantadas lograron estrangular tu inocencia
y tus ojos se pulverizaron de tanto mirar esa rosa,
te cansaste de ver a la muerte bailar sola, desnuda y ebria entre los huesos de la niebla
y decidiste hacerle compañía.

Me pregunto, si aún estás sola,
como la avara delirante sobre su montaña de oro
o emprendiste vuelo, convirtiéndote al final en mujer pájaro,
tal vez conociste la historia del fuego
y tu soledad voló con alas fabricadas por el viento
ese que se comió tus manos y tu cara mientras te llamaban ángel harapiento.

Quizás lograste entrar en un corazón ajeno, ¡en el mío!
Como una niña de tiza rosada en un muro muy viejo y súbitamente borrada por la lluvia;

puede ser que viste el corazón de la flor cuando esta se abre
Y descubriste que si tenía
 por eso ahora caigo como un animal herido
 en el lugar que iba a ser de revelaciones
¡y tú!... palabra por palabra aprendiste las imágenes del último otro lado
pero decidiste callar, hasta que el silencio por si solo dejara de manar
o preferiste romperlo con la voz de Janis Joplin
y lograron juntas gritar tanto, hasta cubrir los agujeros de la ausencia

La muerte se muere de risa pero la vida se muere de llanto

No me entregues tristísima noche
al impuro medio día blanco
Alejandra…Alejandra.

lunes, 22 de febrero de 2010

Vida sin mundo

 

mi luz sin sol
Déjame hacer de tu mirada un desierto
déjame danzar con el palpitar de tu corazón
para así azotar mil veces tu nombre
el que al pronunciar ahuyenta mi luz
en mi cueva oscura me retuerzo y llevo en mi cuello
la cadena del abandono
bailo con mi sombra a la falsa luz de un mirar oculto

mi sol sin tierra
que persigue un sueño inútil
navegando a bordo de una vida prestada
maquillada con la pestañina de la soledad
y el colorete de ilusiones rotas

mi tierra sin mar
 delfín quimérico que en la playa a terminado,
encallado, empujado por las muertes de mil hombres
seducidos por sirenas milenarias
que danzaban a la luz de la luna
entonando canciones de amores perdidos…
 marineros que nunca volvieron
al puerto donde los esperaba
su amada.

mi mar sin cielo
azul anhelado que desapareciste
tras cortinas de corazones agonizantes
grietas creadas por el silencio de tus palabras
y la mortal presencia de la soledad

mi cielo sin estrellas
titilantes, casi transparentes en las noches sin luna
decorando un cuadro exánime
testigos mudos de millones de vidas extintas
hermosas estrellas
mis estrellas sin quien las vea.

martes, 16 de febrero de 2010

Inocencia

En memoria a todos los niños que perdieron la vida en el terremoto de Haití

Saltaba charcos mientras el sol nacía; una ingenua y delicada sonrisa se dibujaba en sus labios, tal vez pensaba en sus padres o tal vez en su juguete perdido. Su inocencia no permitía que se percatara por completo de su tristísima situación.
 Corría de un lugar a otro persiguiendo a su amigo invisible, que se le escapaba gritándole que siempre estarían juntos.
Veía pájaros metálicos volar sobre su cabeza e innumerables rostros blancos hablando en otras lenguas.
Cámaras, micrófonos e insignias extrañas; no encontraba su casa ni a su perro fito, veía mucha gente durmiendo en las calles, pero era un sueño extraño;  por más que los pellizcaba no despertaban, dejó su inocente juego al darse cuenta que tenía hambre, miraba para todos lados, pero sus padres no estaban, entonces camino mucho tiempo con sus pies descalzos.
Se preguntaba que había sido el extraño suceso del día anterior, recordaba que estaba haciendo su tarea (un dibujo de su familia que coloreó con crayolas) su madre se encontraba sentada a su lado, con una mirada de orgullo, el se giró y le dio un abrazo y un gran beso en la mejilla, susurrándole al oído un ¡mamá te amo!
Instantes después ella corría hacia la puerta con él en sus brazos, veía como se le movía el mundo y su padre desaparecía entre las paredes que se juntaban. Escuchó a sus hermanos llorar en la habitación de al lado, su madre lo sacó a la calle; él perdiendo el equilibrio y sin poder levantarse vio como ella entraba de nuevo a la casa en busca de sus otros hijos... y con lágrimas en sus ojos.
No la había vuelto a ver, tampoco a sus hermanos, le dolía mucho el pecho y no podía respirar, tal vez por el golpe que recibió al caer sobre él un escombro, se sentó por un momento mientras un hombre vestido de chaleco en el que tenía dibujada una llamativa cruz roja se le acercaba, el niño lo miró tiernamente: ¿quién eres y qué me darás hoy en mi cumpleaños?… preguntó Monley mientras se le escapaba la vida.

viernes, 12 de febrero de 2010

Ella sonríe mientras llora


Ella sonríe mientras llora, un suspiro
 se muerde los labios y en sus ojos el cielo.

¿En qué piensa… En qué piensa?

Hermoso atardecer, cuadro triste con su llanto
Abre los brazos al aire, como intentado abrazarse ella misma
Como intentando abrazar al amante perdido
Como abrazando su ser, como abrazando su sueño

¿Qué abraza?

Seco una lágrima de su mejilla
 Pero, ella no lo percibe

Susurro a su oído palabras de amor
 pero ella no las escucha.

Su cuerpo emana una dulce fragancia
Fragancia a cielo, a sol… una fragancia a mar

¿En qué piensa… en qué piensa?

martes, 2 de febrero de 2010

SILENCIO...Cajón de lineas perdidas

ESTOS SON ALGUNOS DE LOS POEMAS QUE ENCUENTRO EN OCASIONES
 (VARIAS DE ESTAS POR ACCIDENTE)
LOS RESCATO DE ALGÚN AMARILLENTO CUADERNO
INTENTANDO REVIVIR EL SENTIMIENTO QUE ME EMBARGABA
MIENTRAS LOS ESCRIBIA


Desnudez
Pasa bajo mis ropas
Dime que la noche no existe
Visita  las llamas que queman corazones
Conoce siluetas de hombres ya inertes
Vidas que desde otoños se escurren
Por entre los helados dedos de la muerte.

Urbe
Ciudad de penas y lamentos
Luces difuminadas en lágrimas
Furiosos moteles se retuercen
Y tabernas manifiestan a carcajadas
su cotidiana embriaguez.

Temor
Platónico deseo ineludible
Que enmarca en mi rostro los gestos de la soledad
Llueven cantaros de ilusión
Brotan rosas de pavor
Y en sus espinas, la siempre cortante oquedad.

Socavones
Oscuro amanecer que envuelve
Ríos de purpura ilusión
Trae contigo el viento que carcome los sentidos
Eleva mis pensamientos
Y permite que mis anhelos vuelen lejos.

Sombras
Mariposas negras se posan
Sobre las flores de la inquietante soledad
Los vidrios de ojos magentas
Llueven centelleantes
Entre la desesperante felicidad
Del ser que persigue a las mariposas.

Sol negro
Hoy los rayos de un sol negro
Ensombrecen los rostros
Toneles de ámbar son cargados
Por los blancos esclavos
Mientras los negros degustan
Exóticos frutos de tierras conquistadas.

Cuarto
Ventanas que dan vista de mi soledad
Permiten la entrada a malos pensamientos
Paredes que me abrazan
Intentan atraparme
Sepultarme en su inescapable quietud.


Relámpago
Destello plata que brota de negras nubes
Ilumina el rostro del demonio
Aquel que se oculta entre la niebla
Esperando extinguir el palpitar de mi corazón.

Réquiem
Toca la guitarra de sombras
Seduce el corazón del pecador
Con tu mar de fanáticos demonios
Y la de tu canción; alucinante letra
Músico del inframundo
Espero con ansias la última nota


Paranoia
Curca los senderos de lo desconocido
Para encontrar el alma tan anhelada
Seduce su aroma de vida
Y escapa de la oscuridad absoluta.

Silencio
Silencio, conspiración de almas
Que envuelven el deseo
Con cintas color de sol
Lleva mi atormentado sentir
Y apuñálalo… apuñálalo mientras canta el ruiseñor
Mientras canta rompiéndote a ti: silencio.


Luna,
Espejo de mi alma
anhelo inalcanzable
por qué dejas de mirarme
cuando la poesía me abandona