Y cuando nadie esperaba, estábamos ella y yo,
con la única esperanza indeleble del recuerdo y el anhelo,
la sonata del corazón incitándonos a danzar.
con la única esperanza indeleble del recuerdo y el anhelo,
la sonata del corazón incitándonos a danzar.
Y las velas,
y las sábanas
dos cuerpos abrazados en su inocencia,
en su profunda rosa.
y las sábanas
dos cuerpos abrazados en su inocencia,
en su profunda rosa.
Ella lo debe recordar
o quizás, ella ya no lo haga.
La incertidumbre es navaja
cuando el barco sin vela se ha perdido en el océano
y la noche parece más pesada;
y la noche parece más pesada;
sin miedo,
solo el desamparo y la sinfonía de turno.
¿pero quién podría beber el vino cuando la copa continua pura?
y el pañuelo donde estaban sus ojos se ha ido volando.
y el pañuelo donde estaban sus ojos se ha ido volando.
Mi inmadurez sombría,
mi crueldad inmaculada,
incluso esta exquisita agonía,
todo es amor, mi amor… solo eso.
mi crueldad inmaculada,
incluso esta exquisita agonía,
todo es amor, mi amor… solo eso.
Hola Leo, encantada de pasar por tu espacio. Vengo a recrearme con tu poesía nostálgica, cargadita de dolor y de mucho amor siempre fresca como rosa acabada de nacer.
ResponderEliminarBesos.
Un poema agridulce...hace tiempo que no leía uno así..
ResponderEliminarUn saludo^^
La verdad que me ha gustado mucho, aunque todo eso se disipe en un momento, luego regresa con la misma intensidad que antes y queda ese anhelo después que hace que la noche sea testigo de tu soledad y de tus recuerdos bonitos.
ResponderEliminarsi, ella lo debe recordar :)
ResponderEliminarSin miedo, solo el desamparo. Y la barca sin velas.
ResponderEliminarDel otro lado un horizonte muerto, un cielo marchito de luz, una punzada entintada en el iris y un negro absoluto; de allí de dónde se siente venir la tormenta, que uno no sabe que rostro tiene, que uno no sabe si después de la linea negra, al sortear la inmensidad del segundo presente, se encuentre su barca o si tan solo queda viva la invocación propia de una tempestad, con sus silbidos, con sus olas cortantes y el frío del horizonte vacío, dispuestos a ahogarnos para volvernos a hacer zarpar, empapados en agua y sal.
Gracias, Leo, gracias.
ResponderEliminarLas palabras despiertan los sueños, incluso las palabras ajenas pueden compartirse y volverse propias, incluso eternas.
Gracias, leo, porque fue importante.
Gracias por mantener las palabras palpitantes.
Me ha gustado el poema, sinceramente. La incertidumbre es navaja y distancia y desamor.. aunque haya sido amor, todo es amor.. un abrazo
ResponderEliminarGenial; genial la pluma, genial las imágenes, genial la apariencia y genial la musica...Saludos...
ResponderEliminarojala y siga esa incertidumbre de si ella lo recuerda o no para que te sigas desangrando en letras.
ResponderEliminarun abrazo hermano!
Me encantó. Genial el blog! Sobre todo tus palabras...Todo por acá rebosa de poesía...
ResponderEliminarBesos...
fabuloso viaje de amor y nostalgia...de imagenes que vibran al ùnisono de recuerdos idos y amores vencidos.....saludos
ResponderEliminarGracias, me ha encantado.
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