domingo, 9 de diciembre de 2012

Caminar con ella



Caminar con ella, se ha convertido 
en uno de mis mayores placeres,
mi momento de clímax
es cuando se adelanta coqueta y suave.

Ni el más hermoso paraje se compara
con la vista de su contorno
yendo de un lado a otro,
cual campana invitándome a una eucaristía impía.
Es una celebración donde todos son verdugos y  condenados.

Amo su cabello,
cuando se mece como el mar
bajo los navíos corsarios;
amo su cuello de flor, su espalda de cielo, 
sus nalgas de seda y llama;
y esas dos piernas,
que me envuelven fogosamente
cuando esculpimos nuestras pasiones
en el lecho ardiente del deseo.

¡Me fascinan sus piernas!
Y les certifico que ni con mi diplomado en piernas,
vi en ocasión alguna, otras que me parecieran
tan exquisitas…
con cuánta alegría me entregaría a la muerte,
durante uno de esos abrazos cálidos,
que me oprimen a su sexo.
Embriagándome en cada poro,
ausentándome del tiempo y del mundo
para alcanzarla, altiva,
soberbia, libre,
en la cima de esas dos edificaciones divinas.

Es una travesía salvaje
en la que ha gritos enloquecidos
le testifico a todos los seres etéreos e infernales
que no hay cosa más bella en toda la creación,
que el ir y venir de ese par de piernas.

11 comentarios:

  1. wow, excelente, muy lindos versos para ese par de piernas tan especiales o "espaciales" podría decirse...
    Que tengas un excelente 2013, FELICIDADES!

    ResponderEliminar
  2. Preciosa poesía, te felicito.

    besos.

    ResponderEliminar
  3. Me gusta tu poema y como en cada verso dejas sensualidad.

    un saludo

    fus

    ResponderEliminar
  4. El caminar con ella, así tal como nos cuentas es un sabor a dulce.

    Un beso

    ResponderEliminar
  5. Bonitas poesías y blog. Saludos.

    ResponderEliminar
  6. Bellísima publicación, me ha quedado en el alma como una huella...
    Yvette

    ResponderEliminar
  7. Saludos cordiales leo..

    ResponderEliminar
  8. Muy sensual este poema. Se puede caminar por esas piernas de las que nos hablas en el poema.
    Un placer pasarme por aquí y leerte.

    Abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Ese par de piernas no me parecen tan especiales si siempre van adelante, o atras; nada como poder caminar al lado, acompanarlas con los ojos, el aliento, el compartir de un sueño

    ResponderEliminar

Rimel

Luna,
Espejo de mi alma
anhelo inalcanzable
por qué dejas de mirarme
cuando la poesía me abandona