Caminar
con ella, se ha convertido
en uno de mis mayores placeres,
mi momento de clímax
es cuando se adelanta coqueta y suave.
mi momento de clímax
es cuando se adelanta coqueta y suave.
Ni
el más hermoso paraje se compara
con
la vista de su contorno
yendo de un lado a otro,
cual
campana invitándome a una eucaristía impía.
Es
una celebración donde todos son verdugos y condenados.
Amo
su cabello,
cuando se mece como el mar
bajo los navíos corsarios;
cuando se mece como el mar
bajo los navíos corsarios;
amo
su cuello de flor, su espalda de cielo,
sus nalgas de seda y llama;
sus nalgas de seda y llama;
y esas dos piernas,
que
me envuelven fogosamente
cuando
esculpimos nuestras pasiones
en el lecho ardiente del deseo.
¡Me
fascinan sus piernas!
Y
les certifico que ni con mi diplomado en piernas,
vi
en ocasión alguna, otras que me parecieran
tan
exquisitas…
con cuánta alegría me entregaría a la muerte,
durante uno de esos abrazos cálidos,
que
me oprimen a su sexo.
Embriagándome
en cada poro,
ausentándome del tiempo y del mundo
para alcanzarla, altiva,
soberbia, libre,
en
la cima de esas dos edificaciones divinas.
Es
una travesía salvaje
en
la que ha gritos enloquecidos
le testifico a todos los seres etéreos e infernales
que
no hay cosa más bella en toda la creación,
que
el ir y venir de ese par de piernas.
Hermoso. Hermoso. Gracias.
ResponderEliminarwow, excelente, muy lindos versos para ese par de piernas tan especiales o "espaciales" podría decirse...
ResponderEliminarQue tengas un excelente 2013, FELICIDADES!
Preciosa poesía, te felicito.
ResponderEliminarbesos.
Me gusta tu poema y como en cada verso dejas sensualidad.
ResponderEliminarun saludo
fus
El caminar con ella, así tal como nos cuentas es un sabor a dulce.
ResponderEliminarUn beso
Amor dulcemente amargo.
ResponderEliminarBonitas poesías y blog. Saludos.
ResponderEliminarBellísima publicación, me ha quedado en el alma como una huella...
ResponderEliminarYvette
Saludos cordiales leo..
ResponderEliminarMuy sensual este poema. Se puede caminar por esas piernas de las que nos hablas en el poema.
ResponderEliminarUn placer pasarme por aquí y leerte.
Abrazo.
Ese par de piernas no me parecen tan especiales si siempre van adelante, o atras; nada como poder caminar al lado, acompanarlas con los ojos, el aliento, el compartir de un sueño
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